Cautivante
REVELANDO EL MISTERIO del
alma de una mujer
JOHN & STASI ELDREDGE
Caribe-Betania Editores es un sello de Editorial Caribe, Inc.
© 2005 Editorial Caribe, Inc.
Una subsidiaria de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN, E.U.A.
www.caribebetania.com
Título en inglés: Captivating: Unveiling the Mystery of a Woman is Soul
© 2004 por John and Stasi Eldredge
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
A menos que se señale lo contrario, todas las citas
bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960
© 1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.
Usadas con permiso.
ISBN 0-88113-278-0
Traducción: Omayra Ortiz
Diseño interior: Grupo Nivel Uno, Inc.
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial
de esta obra sin la debida autorización por
escrito de los editores.
Impreso en E.U.A.
Printed in the U.S.A.
A las mujeres cautivantes a las que tenemos
la bendición de llamar nuestras amigas.
Índice
Otros libros por John Eldredge
A hora sí estamos sobre terreno santo. Escribir un libro para hombres (Salvaje de Corazón) fue una propuesta bastante sencilla. No que los hombres sean ilusos. Pero sí son los menos complicados de los dos géneros que tratan de navegar juntos por el amor y la vida. Tanto los hombres como las mujeres saben que esto es cierto. Por cierto, el misterio del corazón femenino se suponía que fuera algo bueno. Una fuente de felicidad. Sin embargo, se ha convertido en una fuente de vergüenza. Casi universalmente las mujeres sienten que son «demasiado» y «no lo que se supone que sean». Y los hombres tienden a alejarse de las profundas aguas del alma de una mujer, inseguros de lo que van a encontrar allí o de cómo manejarlo. Y así nos hemos perdido el tesoro que es el corazón de una mujer, hemos perdido la rica femineidad que se suponía trajeran a nuestras vidas, hemos perdido la forma en que esto nos habla acerca del corazón de Dios.
Puedes estar segura, este no es un libro sobre todas las cosas que no estás haciendo como mujer. Estamos cansados de esos libros. Recién convertida, tiré de un lado a otro del cuarto el primer libro que yo (Stasi) decidí leer sobre la femineidad cristiana y nunca más lo tomé en mis manos. En los veinticinco años que han pasado desde entonces, solo he leído unos pocos que puedo recomendar sinceramente. Los demás me vuelven loca. Sus mensajes a las mujeres me hacen sentir que aunque «no eres la mujer que debieras ser, si sigues los siguientes diez pasos, puedes tener éxito». Estos libros, en su mayoría, aniquilan el alma, pues la femineidad no puede recetarse en una fó rmula.
Tenemos amigas a las que les encantan las reuniones para tomar té y las vajillas elegantes, y otras a las que les sale salpullido de solo pensar en esto. Tenemos amigas a las que les encanta cazar, hasta con arco y flecha. Mujeres a las que les encanta ser anfitrionas y otras a las que no les gusta. Mujeres que son profesoras, madres, doctoras, enfermeras, misioneras, dentistas, amas de casa, terapistas, cocineras profesionales, artistas, poetisas, escaladoras de montañas, atletas, secretarias, vendedoras y trabajadoras sociales. Todas son mujeres valiosas. Entonces, ¿ es una verdadera mujer la Cenicienta o Juana de Arco? ¿ María Magdalena u Oprah? ¿ cómo recuperamos la femineidad esencial sin caer en estereotipos, o peor aún, sin añadir más presión y culpa a nuestras lectoras? Eso es lo último que necesita una mujer. Y aún así, hay una esencia que Dios le ha dado a cada mujer. Compartimos algo profundo y verdadero en lo profundo de nuestros corazones. Así que nos arriesgamos en esta exploración de la femineidad a través del corazón. ¿ Qué hay en lo más profundo del corazón de una mujer? ¿ Cuáles son sus deseos? ¿ Qué anhelábamos cuando éramos niñas pequeñas? ¿ Qué anhelamos todavía como mujeres? Y, ¿ cómo comienza a sanar una mujer de las heridas y tragedias de su vida?
En algún momento entre los sueños de tu juventud y ayer se perdió algo valioso. Y ese tesoro es tu corazón, tu inapreciable corazón femenino. Dios ha establecido dentro de ti una femineidad que es poderosa y tierna, fiera y encantadora. No cabe la menor duda de que ha sido malentendida. Ciertamente ha sido agredida. Pero está allí, tu verdadero corazón, y bien vale la pena recuperarlo. Eres cautivante.
Así que te invitamos a emprender esta jornada con nosotros, una jornada de descubrimiento y sanidad. Porque tu corazón es un galardón del reino de Dios y Jesús ha venido a rescatarte otra vez para él... todo tu ser. Oramos para que Dios use este libro en tu vida y en tu corazón para traer sanidad, restauración, gozo y ¡vida! Y si Dios hace eso, será un motivo para una maravillosa celebración. Con tazas de té y vajillas elegantes. O platos sanitarios. Lo que prefieras. Un día, todos celebraremos juntos. En anticipación y esperanza, anhelamos que este pequeño libro te acerque más al corazón de Dios... y al tuyo.
CAPÍTULO UNO
El corazón de una mujer
A veces es difícil ser mujer.
—TAMMY WYNETTE
él vio que los ojos de Fátima estaban llenos de lágrimas.
«¿ Estás llorando?»
«Soy una mujer del desierto», respondió desviando su rostro.
«Pero sobre todo, soy mujer».
— PAULO COELHO, El Alquimista
Tu lugar está entre las flores silvestres.
Tu lugar está en un barco en alta mar.
Tu lugar está con tu amor de tu brazo.
Tu lugar está en donde te sientas libre.
Wildflowers [Flores silvestres], TOM PETTY
Hagámoslo.
Estaba oscureciendo. El aire estaba frío, perfumado con pino y salvia, y el río, que se movía aprisa, nos hizo señas. Estábamos acampando en los Tetons, así que nuestra canoa estaba sobre la capota del auto. «Vamos». John me miró como si hubiera perdido la razón. En menos de veinte minutos la noche estaría sobre nosotros, sobre el río y sobre el bosque. Todo estaría oscuro como boca de lobo. Estaríamos en el río, solos, únicamente con una vaga idea sobre qué ruta seguir (hacia abajo), dónde salirnos (en dirección a la carretera), y una larga caminata de regreso al auto. Quién sabe los peligros que podemos encontrar allí. Me miró otra vez, miró a nuestros hijos, y luego dijo: «¡De acuerdo!» De inmediato comenzamos con los preparativos.
La noche estaba bellísima. Los elegantes movimientos del río provocaban que los colores del agua cambiaran de cobalto a plateado a negro. No había nadie más a la vista. Teníamos el Oxbow Bend para nosotros. En tiempo récord, teníamos la canoa en el río, los chalecos salvavidas abrochados, los remos listos, los chicos acomodados y partimos. Una carrera para beber profundamente de toda la belleza que fuera posible, juntos.
Un viejo puente de madera colgaba a baja altura sobre el río. Sus escombros parecían como si fueran a colapsar con la siguiente brisa fuerte. Tuvimos que agacharnos para pasar por debajo. Cuidadosamente navegamos los sinuosos canales de la Serpiente: John en la parte de atrás, yo al frente, tres chicos entre ambos llenos de asombro y fascinación. Cuando comenzaron a asomarse las estrellas, nos parecíamos a los niños presentes en la creación de Narnia... el cielo tan despejado, las estrellas tan cerca. Aguantamos la respiración mientras una caía suavemente, surcando el cielo, y desaparecía.
Un castor chapoteó en el río, como un disparo de escopeta, provocando que dos patos asustados levantaran el vuelo. Sin embargo, todo lo que podíamos ver entre el agua oscurecida y el cielo eran las pequeñas olas blancas que dejaron al levantar el vuelo, como si fueran esquiadores acuáticos sincronizados. Los búhos comenzaron a emitir su llamado nocturno en los árboles sobre nosotros, unidos a las grullas a lo largo de la orilla. Los sonidos eran familiares y al mismo tiempo fuera de este mundo. Susurrábamos unos a otros sobre cada nueva maravilla, mientras los remos casi se sumergían, pero no totalmente silenciosos, dentro y fuera del agua.
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