Lamento que en esta historia haya tanto dolor. Y lamento que sea en fragmentos, como alguien sorprendido entre dos fuegos o descuartizado por fuerza. Pero no puedo hacer nada para cambiarlo. También he intentado mostrar alguna de las cosas buenas, por ejemplo las flores, porque ¿adónde habríamos llegado sin ellas?
MARGARET ATWOOD, El cuento de la criada
A las mujeres que luchan por las mujeres.
A las mujeres y a los hombres de nuestra vida.
A Jorge M. Reverte, por su apoyo incondicional a este libro.
Epílogo
EPÍLOGO
Este libro nació en las primeras semanas de 2018. Las denuncias públicas de abuso sobre mujeres de Hollywood, que habían comenzado en el otoño de 2017, seguían provocando la caída de hombres poderosos, primero de la industria del cine, luego de otros ámbitos. Periodistas, senadores, presentadores, cómicos, deportistas… fueron señalados por mujeres que habían decidido no callar más. Escándalos como, entre otros, los abusos sistemáticos a jóvenes gimnastas, niñas a veces, en España y otros lugares, destapaban una impunidad y unos comportamientos de los que ni siquiera los premios Nobel parecían librarse. Estaban aún recientes las Marchas de las Mujeres de Estados Unidos: una ingente multitud le había recordado a Trump que no renunciaría a los derechos tan duramente conquistados.
Numerosas organizaciones preparaban desde hacía meses las celebraciones del Día de la Mujer Trabajadora. En España, los preparativos incluían la convocatoria, por primera vez, de una huelga de mujeres. Una huelga en los centros de trabajo, pero también en los hogares, para hacer visible cómo las obligaciones no remuneradas recaen casi en exclusiva sobre los hombros de las mujeres.
Lo que sucedió en España el día 8 de marzo pilló a todos por sorpresa. Cientos de miles de mujeres se echaron a las calles, como siempre de forma pacífica, con consignas tan diversas como lo son las propuestas de los movimientos feministas. Reivindicativas y festivas, multitudinarias en Madrid, Bilbao o Barcelona, relevantes en todas las ciudades de España, con presencia, esta vez sí, de miles de mujeres jóvenes, las manifestaciones del 8 de marzo de 2018 hicieron evidente que algo podía estar cambiando. La prensa nacional e internacional pareció entenderlo así porque las marchas y manifestaciones en España fueron recogidas en las portadas de todo el mundo.
Es pronto para saber si ese día marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos de las mujeres en nuestro país. También si los movimientos internacionales de denuncia y reivindicación que explotaron en 2017 mantendrán la fuerza con la que nacieron. Parece, en todo caso, que nuevas causas reclamarán la respuesta de las mujeres: así lo han entendido las brasileñas, que, por millares y con el lema #EleNão (Él No), salieron a las calles en 2018 para afirmar su rechazo a Bolsonaro, uno más entre los políticos modelo macho alfa —como Trump, Putin, Orban, Salvini y otros— que no disimulan sus propósitos de recortar los derechos y las conquistas de las mujeres. No solo de las mujeres.
Pero, como se dice en otras páginas de este libro, una nueva intransigencia frente a la desigualdad, los abusos, las violencias diarias —explícitas o soterradas— contra las mujeres parece haberse hecho fuerte en muchas sociedades, y este libro quiere ser una pequeña contribución para apoyar esa intransigencia. El tiempo dirá si estamos ante un momento nuevo o si la intolerancia contra la violenta discriminación de la mitad de la humanidad es una tendencia, mainstream, como preferirán algunos, para consumo de oportunistas. Ojalá haya más de lo primero que de lo segundo, porque la rotunda verdad de la violencia, sistemática, universal, contra las mujeres ya no admite componendas.
Madrid, Zaragoza, octubre de 2018
Fotografías
Faltan en el mundo entre 150 y 200 millones de mujeres. Se han perdido —por la preferencia de sus familias a criar hijos varones— en decenas de miles de infanticidios de niñas. Muchas más son descartadas antes de nacer en abortos selectivos por sexo, unos 500 000 al año en la India, cifras similares en China.
Se llaman matrimonios infantiles, pero son violaciones legalizadas de las niñas. Sonhita (Bangladesh) se casó con 10 años; hoy tiene 13 y una hija de seis meses. En el mundo hay 700 millones de mujeres casadas antes de cumplir los 18. Cada día, unas 45 000 niñas son forzadas a contraer matrimonio con adultos y viejos. © Fotografía por cortesía de la ONG Plan Internacional.
Tradiciones como la ablación genital, que mutila cada año a tres millones de niñas, y costumbres como el Chhaupadi, que en Nepal encierra y aísla a jóvenes y adultas durante la menstruación, hieren, matan y hacen sufrir a las mujeres.
Queensland Museum.
Elaboración propia a partir de imágenes de Pixabay.
Chapines italianos, padukas de la India o zapatos chinos para los torturados pies de loto. A lo largo de la historia, zapatos para estarse quietas, para no caminar, para quedarse en casa…
Mujeres customizadas, transformadas por modas y tradiciones que modifican y esclavizan su cuerpo, o por mandatos religiosos que ocultan su rostro tras el burka. Arriba, mujer jirafa, Tailandia. (Pixabay). Abajo, mujer con niqab, Arabia Saudí. Fotografía por cortesía de José Luis García de la Torre.
La artista visual Yolanda Domínguez criticó en la acción Poses (2011) las «imágenes de mujeres desparramadas, extremadamente delgadas, sumisas, enfermizas, absurdas…» frecuentes en el mundo de la moda. Fotografía por cortesía de Yolanda Domínguez.
La maltratada imagen de la mujer en la publicidad. Anuncio de automóviles Ford: filtrado a la prensa, fue retirado antes de ser emitido (2013).
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