50Minutos - Encuentra a tu coach profesional perfecto: Los trucos para elegir al profesional que más se ajuste a tu perfil

En castellano, las palabras «coach» y «coaching» nos llegan del inglés to coach que, a su vez, proviene de la palabra francesa «coche». En francés, el diccionario Le Petit Robert define esta palabra como un «gran carro tirado por caballos que servía para el transporte de pasajeros» . En la actualidad, el término anglicanizado remite a una persona que acompaña a un individuo en su camino hacia el desarrollo pleno profesional y/o personal. Así, sigue estando muy presente la noción de desplazamiento de un punto A hacia un punto B. El especialista guía a su cliente a lo largo de toda su evolución, respetando su ritmo, motivándolo y manteniendo una confianza absoluta en su potencial y en su éxito. El coaching es un proceso que ayuda a quien lo recibe a:

• aprender a conocerse;
• desarrollar su potencial;
• recobrar su confianza;
• valorar sus competencias;
• definir sus objetivos a corto y a largo plazo.

Es una verdadera profesión que tiene sus reglas, su ética, sus formaciones y su exigencia. Juntos, el coach y su cliente identifican las resistencias y los bloqueos, y se apoyan en los recursos de la persona que recibe el acompañamiento para alcanzar los objetivos fijados.

Para entender a la perfección el papel y los retos del coaching profesional debes comprender su proceso. Normalmente, este se desarrolla en tres etapas.

• El diagnóstico es la fase en la que se reconoce el terreno. Se trata de establecer una evaluación de tu situación profesional y de escoger qué ámbitos deseas cambiar o en qué áreas deseas mejorar. Esta etapa también te ofrece la oportunidad de definir tus objetivos, que no es tarea fácil. En efecto, sucede muy a menudo que un interés esconde otro. El coach está ahí para ayudarte a determinar tu meta con la mayor precisión posible antes de animarte a seguir ese hilo conductor.
• El acompañamiento representa el núcleo central del coaching . Durante esta etapa, las dos partes tienen que concentrarse en el objetivo fijado, pero el acompañante también tiene que mantener una actitud abierta para dar la bienvenida a posibles cambios o evoluciones de las necesidades de la otra persona.

  «Un día, recibí en mi consulta a un hombre de unos cuarenta años que quería vivir en el campo, alejado de todo. Empezamos el coaching basándonos en ese objetivo. Pero, por el camino, entendimos rápidamente que, en realidad, lo que necesitaba eran momentos de soledad para encontrarse a sí mismo y hacer lo que quería. Por lo tanto, reconsideramos el objetivo y adaptamos las acciones que debía implementar» (Julie, coach profesional).

• El balance se efectúa al final del proceso y sirve para analizar el trabajo efectuado. Independientemente de que el resultado sea positivo o negativo, el coach siempre felicitará a su cliente por el camino recorrido y lo invitará a continuar con sus mejoras.

Antes de sumergirte en la aventura del coaching , plantéate las preguntas correctas: tus respuestas orientarán tu decisión a la hora de elegir a un coach que se adapte a tu situación.

• ¿Cuáles son tus necesidades? Empieza por determinar lo que deseas cambiar en tu vida, las razones que te llevan a pedir ayuda. ¿Solo quieres hablar con alguien? ¿Tu puesto ya no se corresponde contigo y estás pensando en reciclarte? ¿Te falta motivación en tu trabajo? ¿Deseas recuperar la autoconfianza? ¿Buscas obtener información (legal, financiera, jurídica)? En este último caso, por ejemplo, quizás no sea un coach lo que necesitas, sino más bien un jurista. Identificar tus necesidades —y esto también sirve para tu vida privada— constituye una etapa fundamental que permitirá establecer concretamente qué puedes llevar a cabo para satisfacerlas.
• ¿Cuáles son tus expectativas? Antes de iniciar un trabajo con un coach , tómate tu tiempo para definir qué beneficios quieres obtener con esta experiencia. Esto te permitirá exponer tu situación actual y dejarla clara y, a continuación, establecer unas directrices que te ayudarán a mantener el rumbo durante tu coaching . Fijar tus expectativas ya es una manera de determinar tu objetivo. Basándote en las necesidades que has identificado, pregúntate en qué podrá ayudarte concretamente un coach . Así, si la satisfacción de tus necesidades pasa por un deseo puramente profesional como «Quiero cambiar de trabajo», «Quiero recibir un aumento de sueldo» o «Quiero lanzar mi empresa», remítete a un coach especializado en estas problemáticas.
• ¿Estás preparado para el cambio? Esta es la pregunta que debes plantearte de verdad, ya que, cuando empiezas un proceso de coaching , estás expuesto a transformaciones, a cuestionamientos, a tomas de conciencia, a desilusiones o, incluso, al descubrimiento de talentos ocultos. Nunca más serás la misma persona. Si tienes dudas, háblalo con tu coach durante la entrevista preliminar para definir si estás en el momento oportuno para someterte a ello.