Hayas acabado los estudios o estés en periodo de transición profesional, tu curriculum vitae (del latín, «carrera de la vida») tiene que convertirse en tu mejor aliado para la vida profesional. Más allá del hecho de que quien lo lea tiene que poder hacerse una idea concreta de tu formación y de tu experiencia, tu CV es el reflejo de tu capacidad para estructurar las ideas, tus ambiciones y los medios que utilizas para alcanzar tus objetivos.
Por lo tanto, no prestarle la debida atención sería un grave error. Toma las riendas para convencer a tu potencial futuro empleador de que TÚ eres la persona que necesita, la que encaja perfectamente en el puesto solicitado.
El abecé de la búsqueda de empleo
En el mundo del trabajo, para un empleador que no te conoce, tu CV, de algún modo, hace de carnet de identidad. Cuando solicitas un empleo, este documento, que parece anodino, ocupa un lugar vital: es tu primer instrumento de venta, lo primero que consultará la persona encargada de la selección. En esta fase, es necesario maximizar todas tus posibilidades de dar una buena impresión.
Para llamar toda la atención del seleccionador, un CV tiene que responder obligatoriamente a algunas exigencias de calidad tanto a nivel del fondo como de la forma. El respeto de estos usos y costumbres permitirá que un empleador potencial pueda evaluar tu candidatura como se merece y apreciar mejor todas las sutilidades de tu perfil.
Convencer de inmediato
El tiempo dedicado a la lectura de un CV
Un estudio realizado a mediados de 2014 por la página web canadiense Workopolis demostró que los CV electrónicos han modificado de forma esencial la manera en la que los seleccionadores tratan las candidaturas. El estudio pone de manifiesto el hecho de que cerca del 60 % de los empleadores canadienses no dedican más de 11 segundos a los CV que reciben en línea o a través de sus programas de procesamiento. Este mismo estudio indica que durante la primera lectura se elimina el 80 % de los CV, lo que significa que el fondo y la forma de una candidatura son extremadamente importantes.
El envío del CV, por correo postal o electrónico, es la primera etapa del proceso de contratación y de selección. El objetivo es presentar de forma eficaz tu perfil a un empleador, destacando tus virtudes y tus perspectivas de futuro para que le entren ganas de conocerte. Así pues, ten en mente que tienes que convencer a la persona encargada de la selección de que dispones del perfil necesario para el puesto solicitado. En vista del poco tiempo que le dedica a la lectura de un CV, constatarás que no hay que improvisar su redacción.
Asimismo, habrá que lograr que tu CV se desmarque de los que presentan los muchos otros candidatos. El ejercicio no resulta fácil, puesto que no solamente tienes que exponer de forma clara que posees las competencias y los conocimientos necesarios para el puesto, sino también que tu perfil es más interesante que el de los otros candidatos. Esta situación resulta especialmente problemática en los puestos para los que no te puede recomendar un empleado o un contacto.
Un CV no sustituye a una entrevista
Cuando escribes tu CV, no pierdas de vista el hecho de que te podrían citar para hacer una entrevista, en cuyo caso el currículum será tu mejor aliado. Bien escrito y estructurado, permitirá que la persona encargada de la selección se haga una idea rápida de tu trayectoria y tu perfil. Indirectamente, la impresión que da la lectura del CV condicionará al seleccionador y su percepción de tu proceso de búsqueda de empleo.
Asimismo, tienes que darte cuenta de que la persona encargada de la selección puede abordar cualquier detalle expuesto en tu currículum: así pues, tienes que poder justificar su pertenencia en relación con el puesto deseado. Por lo tanto, no se recomienda maquillar el CV porque una pregunta trampa durante una entrevista podría volverse en tu contra y arruinar tus posibilidades de obtener el puesto. Es mejor que elijas destacar tus verdaderas cualidades y tus competencias reales.
Escribir un CV adaptado a la oferta
Aunque el objetivo de un CV es convencer en un tiempo récord, te hará falta presentar de forma eficaz tu trayectoria escolar, profesional y personal (cuando sea relevante). Estas tienen que permitir que todo potencial empleador entienda las especificidades de tu perfil y las cualidades que hacen que tu candidatura sea única. Si el reclutador va más allá y decide profundizar en su lectura, es importante que facilites su análisis estructurando claramente la información. Cada detalle tiene que poder justificar un verdadero valor añadido.
Para optimizar las posibilidades de que te llamen para una entrevista y de seguir en el proceso de selección, un CV tiene que estar adaptado a la función para la que te presentas, para que las competencias que destacas coincidan con la oferta de empleo. En esta fase, es indispensable hacerse una idea precisa de la empresa contratante —normalmente a través de su página web— para entender su visión y sus valores, y presentar tus argumentos de forma consecuente.
Una vez hayas terminado tu análisis de la empresa, encárgate de hacer una lista de los elementos que han marcado tu trayectoria hasta ahora, desde las experiencias secundarias hasta las más significativas. Algunos elementos serán seleccionados —en función del puesto deseado— durante la redacción del CV. Así pues, es interesante empezar desde el principio y revisar todos los elementos que conforman tu trayectoria, para potenciar las experiencias y todo aquello que se adecúa a la oferta de empleo.
Este planteamiento tiene ventajas:
- te familiarizas con el contenido del CV;
- mejoras tu experiencia de redacción de un CV.
Las informaciones imprescindibles
Aunque pueda parecer lógico, tu CV tiene que mencionar tus datos completos y permitir que te contacten fácil y rápidamente, ya sea para concertar una entrevista en persona o por teléfono. Entre las informaciones necesarias, hay que incluir:
- tu apellido;
- tu nombre;
- tu fecha de nacimiento;
- tu número de identidad nacional;
- tu dirección;
- tu correo electrónico (procura poner una dirección que parezca profesional, ej.: nombre.apellido@xxx.com)
- tu número de teléfono fijo o móvil.
Pequeño plus
Añade también un titular que resuma tu perfil en pocas palabras. Evita los términos «joven recién titulado entusiasta y disponible» que no hablan de tus competencias, y privilegia mejor un título como «comercial con 5 años de experiencia en el sector farmacéutico».
No dudes en incluir estas informaciones básicas, pero primordiales, en los otros documentos que conforman tu candidatura, porque efectivamente puede ocurrir que los encargados de la selección impriman un CV para hablar de él con un compañero de trabajo y no consigan encontrar tu perfil en ese momento. Así pues, facilítales la tarea.