Título original: NO ME JUDAS SATANAS!!, publicado en Popular1 #229, noviembre de 1992
César Martín, 1992
Retoque de cubierta: Titivillus
Editor digital: Titivillus
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Situémonos. Nos encontramos en el año 1966, las panaderías de toda América acaban de poner a la venta el genuino "pan Supreme" (Supremes White Bread), una de las ideas del astuto Berry Gordy para rentabilizar todavía más el fenómeno Supreme "¿Quieres acercarte a tus heroínas? Compra pan Supreme, pan preparado con todo el amor de Diana, Mary y Florence". Las Supremes tienen a los americanos y a gran parte de los europeos a sus pies. Su música ha dejado de ser consumida solo por seguidores de Motown, ahora también interesa a gente de mediana edad que compra discos de Nat King Cole y Sinatra. Gordy ha logrado su objetivo: captar a todos los públicos. Y es justo en este punto de su carrera cuando el grupo empieza a estropearse. El ego de Diana se dispara, la amargura de Florence se acentúa y Gordy involucra a la Mafia en los asuntos de Motown. En el último No Me judas todo era de color de rosa: las tres chicas humildes de Detroit que ven su sueño hecho realidad, triunfan en los charts, actúan en el Copacabana, son bendecidas por santones del negocio como Sammy Davis Jr. o Ed Sullivan, comparten un show televisivo con las legendarias Andrews Sisters, etc. Este No Me judas por el contrario va a ser más oscuro y perverso. Ha llegado el momento de entrar en la parte más morbosa de la historia: la autodestrucción de Florence, la separación de las Supremes y el triunfo de la malvada Diana. Reservad un asiento en primera fila y contemplareis la carroña de cerca.
César Martín
Supremes
NO ME JUDAS SATANAS!! - 229
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Titivillus 08.10.2020
Supremes
En el 66 Flo inició su lucha personal contra “El Poder” (Gordy, Diana, Motown) y contra ella misma. Harta de obedecer órdenes y de contemplar cómo su papel en el grupo se iba reduciendo poco a poco al de una simple corista al servicio de Diana Ross, comenzó a protagonizar actos de insubordinación, discutiendo constantemente las decisiones del gran jefe y no presentándose a las sesiones de grabación. Gordy no soportaba que nadie infringiera sus normas y pronto llegó a la conclusión de que Florence Ballard era un elemento conflictivo y debía ser expulsada del grupo. Evidentemente la decisión de Gordy le sonó a Diana como una melodía celestial, ¡por fin podría reinar a gusto sin tener que aguantar a nadie a su lado recordándole sus humildes orígenes! La expulsión de Flo fue meteórica. Diana y Gordy contrataron rápidamente a una sustituta (Marlene Barrow), y quien se supone que debería haber intercedido en favor de su amiga Flo (Mary), prefirió poner a salvo su propio pellejo y no abrir la boca. Por desgracia para Gordy y Diana, el sueño dorado de ver a unas Supremes sin Florence Ballard duró poco. Cuando llegó la hora de volver a actuar en el Copacabana, el dueño del club, que al parecer era un admirador secreto de Flo, especificó que solo contrataría a las Supremes originales, sin sustitutas de por medio, y Gordy tuvo que rebajarse y admitir de nuevo al “elemento conflictivo”. Posteriormente, Flo entraría y saldría varias veces del grupo, hasta su expulsión definitiva.
Poco después de los shows del Copa, las Supremes hicieron una pequeña gira por Japón, y allí Diana y Gordy humillaron cuanto pudieron a Mary y a Flo. Gordy solía engañarlas en lo referente al horario de las ruedas de prensa: les decía que los periodistas habían sido convocados a una hora determinada y entonces lo adelantaba todo media hora, Diana se presentaba justo en el momento en que llegaba la prensa y contestaba sola a todas las preguntas, de ese modo, cuando se presentaban Mary y Flo treinta minutos después la rueda de prensa ya estaba llegando a su fin y nadie se molestaba en preguntarles nada. Mary observaba estas jugarretas e intentaba no darles importancia. A Flo le costaba más pasar ciertas cosas por alto. La gira japonesa fue un martirio para todos y al volver a América Flo estalló. La escena se produjo después de una actuación en el programa de Ed Sullivan. Flo y Diana entablaron una discusión verbal en los camerinos del estudio y terminaron golpeándose. Teniendo en cuenta las circunstancias parecía que había llegado el momento de que alguien abandonase el grupo definitivamente, sin embargo todavía aguantaron juntas algún tiempo. El 29 de septiembre del 66 los periódicos publicaron una información que conmocionó a los fans: “¡Diana Ross abandona a las Supremes!”Diana comunicó la noticia en Las Vegas y días después rectificó lo dicho por miedo a no estar preparada todavía para lanzarse en solitario. Todos, incluyendo a sus propias compañeras de grupo, sabían que Diana se marcharía antes o después, la duda era saber cuándo. En esa época Ross padecía insomnio, no dormía más de dos horas diarias, y empleaba las noches para perfeccionar su voz y grabar material por su cuenta. La situación era patética, las Supremes habían dejado de ser un verdadero grupo hacía ya tiempo. Mary era como un zombie, lo único que le importaba en la vida era su peinado y sus ligues, Flo por su parte vivía pegada a una botella y había entablado un conflictivo noviazgo con el chófer de Gordy, Tommy Chapman. Las relaciones entre Flo y el grupo habían tocado fondo: Flo no seguía las instrucciones del jefe, había engordado y a duras penas podía vestir las ropas que usaban Mary y Diana, en los conciertos solía incomodar a sus compañeras mostrando su barriga y haciendo gestos obscenos, y siempre que Gordy le llamaba la atención, ella amenazaba con revelar los asuntos sucios de Motown que conocía.
Nuevamente Gordy y Diana decidieron que Flo debía ser expulsada de las Supremes, así que volvieron a echarla y contrataron a Cindy Birdsong como sustituta. Cindy formaba parte del grupo de Patti LaBelle, The Bluebelles, y tenía un gran parecido físico con Florence. Las cosas no tardaron en dar otro giro. Johnny Carson las invitó a su programa de televisión, y Gordy, por miedo quizá a que el público echase de menos a la formación original, readmitió a Flo y le pidió a Cindy que se mantuviese a la espera por si acaso volvían a necesitarla. Flo, aceptó su antiguo puesto, aunque al volver descubrió con asombro que Gordy había cambiado el nombre del grupo, ahora en lugar de llamarse The Supremes se llamaban Diana Ross & The Supremes, una idea que a Diana por supuesto le pareció maravillosa y que a Florence le sentó como un tiro. Las Supremes originales hicieron su última aparición televisiva juntas, y al finalizar su actuación, en la habitual entrevista con